Tras cuatro años de actividades científicas, el proyecto CanBio liderado por el Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), se ha convertido en un referente en la evaluación del cambio climático de la región macaronésica, además de un modelo para la protección de las especies marinas de toda la región en el contexto del inminente cambio global al que nos enfrentamos.
Tras conseguir evaluar el proceso de acidificación, el ruido marino y la biología de diferentes especies críticamente amenazadas en las aguas canarias, el proyecto ha conseguido financiación para ampliar al menos un año más sus líneas de investigación. En esta nueva etapa los investigadores del IU-ECOAQUA se centrarán en la evaluación y estudios bioecológicos de las mantelinas y los angelotes en el Archipiélago canario, dos especies marinas en peligro crítico de extinción a nivel mundial. Además, en esta nueva edición se incorporará la evaluación de cazones, especies también emblemática de nuestras islas, y que se estudian por primera vez con las nuevas tecnologías implementadas por el instituto universitario en Canarias.
El proyecto, que pasará a denominarse CanBio+ este 2023, está formado por 8 subproyectos. Los investigadores José Juan Castro y David Jiménez Alvarado, del grupo de Biodiversidad y Conservación (BIOCON) del IU-ECOAQUA, lideran tres de estos subproyectos, en concreto Biomar (encargado del estudio de los elasmobranquios citados) y Bioacu (que se alimenta de Biomar, ya que su misión es crear vehículos autónomos y material de apoyo para recopilar datos de las especies previamente marcadas).
CanBio es una colaboración público-privada entre Loro Parque Fundación y el Gobierno de Canarias, empresa que ha contribuido a obtener la financiación necesaria para desarrollar las diferentes líneas de investigación.
El centro universitario ECOAQUA fue seleccionado para liderar estos proyectos por su experiencia previa y sus resultados en dos proyectos relacionados: Angel Shark Project y Rays of Paradise; que cuentan ya con un amplio desarrollo en el Archipiélago y que están coliderados por el investigador de BIOCON, David Jiménez. En el caso de los angelotes, ha sido decisivo el Angel Shark Project, iniciado en 2014 como una colaboración entre 3 instituciones internacionales como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Museo de Investigación Zoológica Alexander Koenig en Alemania y la Sociedad Zoológica de Londres. Por otra parte, el proyecto Rays of Paradise, que data del 2017, centrado en el estudio de las mantelinas, ha propiciado el know-how de esta especie para el proyecto CanBio.
Durante este proceso, se han evaluado más de 100 ejemplares de cada una de las especies obteniendo datos vitales para llevar a cabo una legislación y conservación efectiva de las mismas y cumpliendo los objetivos inicialmente marcados en su inicio. Todo ello gracias a la implantación de diferentes metodologías de marcaje acústico, pioneros en ambas especies, la creación de una red de telemetría acústica por primera vez en el archipiélago, la obtención de muestras de tejido o de sangre para llevar a cabo estudios genéticos, isotópicos o de bioacumulación.
Los resultados obtenidos en estos dos proyectos, y en CanBio y CanBio+ ahora, contribuyen a mejorar nuestro conocimiento de la fauna marina de Canarias y permiten, entre otras implicaciones realizar evaluaciones más certeras de la fauna íctica, especialmente de tiburones, para el nuevo informe del Shark Specialist Group de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).
Se trata esta de una evaluación realizada a nivel mundial, del estado de las diferentes poblaciones de condrictios. En este caso, se ha pedido de forma explícita al investigador del Instituto Universitario ECOAQUA, David Jiménez que realice un informe para Canarias dentro de la demarcación española, generando la información necesaria para las futuras implicaciones de este informe, que repercutirán en la legislación de años venideros y en los posibles impactos sobre actividades dañinas que afrontan estas especies en nuestras aguas.